La Retención en la fuente por ingresos laborales, se puede determinar por medio de dos métodos o procedimientos comúnmente conocidos como procedimiento 1 y procedimiento 2. ¿Cómo saber cuál de los dos procedimientos es el que se debe aplicar?
Para elegir el procedimiento
adecuado, en primer lugar se debe tener en cuenta que hay que aplicar aquel
procedimiento que más favorezca al empleado, es decir, aplicar el procedimiento
que le signifique una menor retención.
El procedimiento número uno tiene
en cuenta los ingresos que se obtengan en el mes en que se debe aplicar la
retención. En cambio, el procedimiento número dos, tiene en cuenta el ingreso
promedio de los 12 meses anteriores al mes en el que se hace el cálculo.
El procedimiento número uno se
debe aplicar necesariamente cuando el trabajador ingresa a trabajar por primera
vez, puesto que el procedimiento número dos, toma como referencia el ingreso
promedio de los meses anteriores, y en el caso de los trabajadores que trabajan
por primera vez no tiene meses anteriores. En este caso, para poder aplicar el
procedimiento dos se debe esperar hasta junio o diciembre, que son los meses en
que se debe calcular este procedimiento. Para pasarse al procedimiento número dos, no es necesario
que lleve 12 meses, la norma permite que el cálculo se haga con un número
inferior de 12 meses, por lo que se ha de suponer que hasta con dos meses es
suficiente para determinar un promedio. Pero para poder tomar dos meses se
requiere que el empleado lleve laborando 3 meses, debido a que el mes del
cálculo no se toma en cuenta, solo los anteriores a dicho mes.
En principio, para determinar cuál
es el procedimiento que más le conviene al empleado, lo más sencillo es hacer
el cálculo por los dos métodos y comparar cuál de los dos genera una menor
retención.
Pero esta solución no siempre es
confiable, solo podría ser útil cuando se trata de empleados que tiene unos
ingresos muy estables mes tras mes. No lo es para un empelado que continuamente
asciende y mejora sus ingresos, o que por alguna eventualidad, en determinado
momento puede recibir alguna cantidad de dinero adicional por una u otra razón.
En estos casos, sí se hace
necesario hacer un análisis cuidadoso para determinar el comportamiento futuro
de los ingresos del empleado e identificar cual será el efecto que tendrán a la
hora de determinar la base de retención.
El procedimiento número uno, al tener
en cuenta solo los ingresos del respectivo mes, al aumentarse estos ingresos,
necesariamente significa una mayor base de retención y por consiguiente una
mayor tarifa.
El procedimiento número dos, por tener en cuenta el promedio de
los 12 meses anteriores, no afectaría la base de retención hacia el futuro,
porque se calcula es con base a los ingresos del pasado, y la tarifa que se
determine con base a esos ingresos anteriores, se aplicara dentro de los 6
meses siguientes sin importar si los ingreso de esos seis meses siguientes se
incrementan o no.
El procedimiento dos se puede
aplicar, o bien cuando los ingresos sean constantes o no vayan a sufrir un
incremento considerable, o cuando los ingresos de los siguientes meses se
incrementen considerablemente. En ningún caso se debe aplicar cuando los
ingresos en los meses siguientes vayan a disminuir.
La utilización del procedimiento
número dos, dependerá del comportamiento de los ingresos dentro de los seis
meses siguientes en que se aplicara dicho procedimiento, por lo que a la hora
de elegir el procedimiento a utilizar, se debe hacer un estudio de cómo se
comportaran los ingresos futuros de cada uno de los trabajadores.
Recordemos que una empresa puede
aplicar a cada trabajador un procedimiento diferente; no es obligación que se
aplique el mismo procedimiento a todos los trabajadores. Lo que si es
obligatorio es aplicar el mismo procedimiento a un mismo trabajador durante los
seis meses siguientes, o hasta la fecha en que se calculará el procedimiento
número dos: Junio y Diciembre.
Cuando los ingresos son altos, o
cuando se trata de trabajadores obligados a declarar renta, puede ser sano
pagar una retención en la fuente elevada. Como bien sabemos, la
retención es un mecanismo que permite pagar anticipadamente los impuestos. En
el caso de los asalariados, estos no son disciplinados en hacer una provisión
para el pago del impuesto de renta, y cuando llega la hora de pagar el
impuesto, el asalariado no tiene ni plata ni retenciones. Es más fácil por
ejemplo, que cada mes se le retenga de su salario $200.000 y no tener que pagar
a última hora 2.400.000 por concepto de impuesto. En cierta forma, la retención
puede ser una forma de ahorrar para pagar posteriormente los impuestos.
Tomado de Gerencie.com
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